miércoles, 4 de marzo de 2009

El picudo rojo obligó a talar 576 palmeras durante el 2008, el doble que el año anterior

El picudo rojo ha encontrado en Cartagena un suculento banquete del que será muy difícil hacerle renunciar. Ese escarabajo voraz que perfora los troncos de las palmeras hasta destruirlos por completo se está cebando desde hace más de dos años con las palmeras que proliferan por todo el municipio. Haciendo balance del pasado año, este coleóptero ya devoró 576 ejemplares, casi el doble que en el 2007, que fueron 305, según los últimos datos aportados por el Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura y Agua.
Su proliferación en los últimos años se debe según un técnico del Servicio de Sanidad Vegetal, Francisco José González Zapater, a las altas temperaturas que hacen en esta parte de la Región y al ciclo reproductivo de la especie Rhynchophorus ferrugineus.
Los principales focos de infección se encuentran en Pozo Estrecho, La Aparecida, Mar de Cristal (zonas donde más casos se han encontrado), Islas Menores y campos de golf de La Manga. Según los datos de la Consejería, Cartagena ya es el municipio donde más palmeras han tenido que talar de toda la Región. Por el momento sólo el Noroeste y el Altiplano se salvan de la plaga. En La Unión también hay árboles afectados.
«Desde la Consejería estamos seguros de que existen muchos más casos. Es muy difícil detectar al picudo rojo hasta que no se manifiesta. Es entonces cuando se puede actuar», explicó González Zapater.
La especie canaria
Este parásito ha afectado en un 98% de los casos a la especie Phoenix Canariensis (Palmera Canaria) debido a que es un tipo de palmera con un alto contenido en azúcares, alimento por el que siente predilección el picudo rojo, según señaló González Zapater.
Este tipo de palmera es la que en mayor número prolifera por todo el municipio. Un ejemplo de ello son las que se encuentran en la plaza de Héroes de Cavite, (donde se halló el primer caso en 2006) y en todo el paseo del Muelle. En un 2% se ha visto afectada la especie Phoenix Datylifera (Palmera Datilera).
Los técnicos del Servicio de Sanidad Vegetal de la Región ya se han puesto manos a la obra para luchar contra la plaga y han instalado 46 trampas con feromonas y cariomonas en su interior que actúan como atrayentes de ejemplares adultos naturales dentro de los focos de infección evitando, de esta forma, su dispersión.
Colocación de los tramperos
Estos tramperos se han instalado sobre todo en El Algar, La Palma, en la calle Real, en El Llano de El Beal, Santa Ana, El Carmolí, La Manga y El Albujón.
Normalmente los tramperos se colocan en las zonas donde se comprueba que hay picudo rojo. «Uno de los principales problemas de que se pasen de una palmera a otra es que, por ejemplo en el paseo del Muelle están alineadas y muy juntas. Esto favorece la propagación de la plaga que tiene como punto de salida las palmeras que llegaron de Egipto», explicó este técnico.
El sistema consiste en colocar cubos de 30 centímetros de alto y 15 de diámetro con sustancias químicas producidas por las glándulas sexuales del picudo rojo para atraer al individuo del otro sexo. El recipiente se coloca enterrado junto a la palmera, dejando dos orificios a ras del suelo, por donde el insecto, atraído por la ferocariomona, se introduce y muere.

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